importancia de las terapias farmacológicas
en la depresión
“La principal causa de discapacidad en todo el mundo” es como la Organización Mundial de la Salud califica a la depresión, o también llamado trastorno depresivo mayor. En nuestro país, si bien no existe una cifra oficial reciente, la tercera edición del Termómetro de la Salud Mental en Chile, elaborado por la Asociación Chilena de Seguridad y la Universidad Católica de Chile, indica que la mayor parte de la población del país confinada presenta síntomas relacionados con la depresión, llegando a un impactante 46,7%.
Al respecto, la Dra Dafne Díaz – Tendero, médico psiquiatra e Investigadora Principal de estudios clínicos en salud mental de CeCim, indica que se debe cumplir con una serie de sintomatologías para calificar en cuadro depresivo, ya que estar un poco desanimado no significa estar deprimido. “Estar deprimido implica mantener una serie de síntomas mínimos por un tiempo determinado, los que además producen alteración en la funcionalidad del individuo y dependiendo de qué tan alterada esté su funcionalidad, va a ser la intensidad de ese cuadro”.
«Después de la segunda o tercera semana los pacientes suelen sentirse bastante mejor y creen que ya no necesitan el medicamento. Sin embargo, la posibilidad de recurrencia es muy alta».
De forma leve, moderada o severa es como se clasifica la depresión mayor y puede afectar a personas de cualquier edad y condición social, por lo que es importante estar alertas si se producen algunos síntomas como falta de interés por las actividades que antes se hacian con gusto y ahora se dejan de lado; se siente pérdida de energía, sensación de pena, de no encontrar mucho sentido al estar, a vivir, ya que si esto se agrava puede llevar a la suicidalidad.
«Lo que estamos haciendo al indicar un tratamiento es proteger el cerebro de futuras recurrencias»
«Después de la segunda o tercera semana los pacientes suelen sentirse bastante mejor y creen que ya no necesitan el medicamento. Sin embargo, la posibilidad de recurrencia es muy alta»
“Hay otros síntomas que muchas veces no se asocian al cuadro depresivo, pero que tienen que ver con los ciclos vitales como alteraciones en el sueño, el insomnio por ejemplo. Entonces, es necesario que un médico investigue los cambios en los ciclos biológicos y además, en las capacidades cognitivas, ya que se pueden producir alteraciones en la capacidad de retener y memorizar información”, explica la Dra. Díaz – Tendero.
Otro factor importante que destaca la especialista, es que si el cuadro depresivo es el único que se ha presentado o se ha repetido a través de la vida, “Cuando se produce un cuadro depresivo mayor, los cambios a nivel biológico de la circuitería del sistema nervioso central es la misma, y el tratamiento farmacológico es igual. Si el cuadro depresivo es leve, moderado o severo no vamos a dudar en tratarlo con antidepresivos”.
«Lo que estamos haciendo al indicar un tratamiento es proteger el cerebro de futuras recurrencias».
La poca adherencia a los tratamientos farmacológicos es muy común en los cuadros depresivos, después de la segunda o tercera semana los pacientes suelen sentirse bastante mejor y creen que ya no necesitan el medicamento. Sin embargo, la posibilidad de recurrencia es muy alta.
En cuanto a la duración del tratamiento farmacológico para un paciente con depresión es que al primer episodio debe ser tratado al menos un año desde que el paciente se siente bien; después del segundo episodio son dos años de tratamiento y a partir del tercero, se plantea un tratamiento permanente. Se ha visto que a medida que hay más episodios depresivos, el cuadro tiende a tener más complicaciones y cada uno de los episodios, implica un daño acumulativo a nivel cerebral. Entonces, lo que estamos haciendo al indicar un tratamiento es proteger el cerebro de futuras recurrencias.
Reconocer los síntomas y atreverse a solicitar ayuda a través de un médico o psicólogo es fundamental para enfrentar de mejor manera los cuadros de depresión, que afectan tanto a la persona como a su entorno familiar y social.